Actualmente, más del 80% de las empresas peruanas son familiares, porcentaje que representa aproximadamente a 600,000 compañías, de las cuales solo 10,000 son medianas o grandes organizaciones, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Si bien es cierto que las empresas familiares aportan el 60% de empleos a escala nacional, tienen un alto índice de mortalidad, ya que solo 30% de ellas llegan a la segunda generación de sucesión y menos del 15% alcanzan a la tercera generación de acuerdo con Successful Transgenerational Entrepreneurship Practices Project (STEP).
Para el socio general de Cornerstone Perú, Diego Cubas, el gran paso que deben dar las empresas familiares para lograr su consolidación a largo plazo es la conformación de un directorio de miembros independientes.
“Las organizaciones necesitan obtener nuevo conocimiento, competencias, ideas y fortalecer su gestión, por lo que tener un directorio sólido y con miembros independientes del mejor nivel ofrece ventajas extraordinarias”, afirmó.
Perspectiva externa
Los directores independientes tienen una perspectiva externa sobre estrategia, planeamiento, sector y control de la gestión. Además, agregan nuevas competencias, habilidades, conocimientos, experiencia, ideas que no se encuentran fácilmente en un círculo familiar cerrado, lo que les permiten tener un punto independiente y objetivo de las funciones de los miembros de familia.
En ese sentido, los directores aportan equilibrio objetivo y racional entre las decisiones que la familia quiere tomar por razones más subjetivas y familiares.
Los miembros del directorio tienen experiencia en posiciones altas como gerentes generales. fuente:ELPERUANO
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