“Objetivo detonante”
Toda empresa, equipo y persona tienen propósitos que direccionan sus rumbos, pero ¿cuál es aquel que realmente condensa el máximo anhelo, el gran sueño para un nuevo año o temporada? Bueno, a ese se le conoce como “objetivo detonante”, el cual, además de constituir el eje de lo que se desea lograr por encima de cualquier otra aspiración, sirve para alinear prioridades, programas de trabajo y recursos.
30/1/2017
Germán Retana Miembro de la Facultad del INCAE Business School
Así, para una persona este podría ser matrimonio, casa propia, conclusión de estudios, salud integral, entre otros. Para un equipo deportivo, por su parte, campeonar, alcanzar determinada posición, consolidar su sistema competitivo. Para una empresa, en cambio, el crecimiento, la diversificación, la estabilidad financiera o la modernización tecnológica, entre otros.
El objetivo detonante concentra a los miembros de la organización y cohesiona su voluntad de entrar en acción. Sin él, se corre el riesgo de caer en el simple continuismo, en el nocivo estancamiento. “Si piensa que la aventura es peligrosa, pruebe la rutina; es mortal”, nos advierte Paulo Coelho. Claro, se refiere a rutinas que no contribuyen a una mayor realización, pues algunas son vitales para lograrla.
El reto es un común denominador de las teorías de motivación. Los líderes trascendentes llevan a sus equipos a sobrepasar los límites; con oídos sordos al pesimismo, desafían y superan sus logros. El reto activa, despierta, crea la sensación de que lo difícil es lo interesante; además, saberse capaz de alcanzar el gran propósito estimula la autoestima y la autoconfianza.
Un segundo paso: identificar las “metas habilitantes”; o sea, todo aquello que se debe conseguir para llegar al objetivo. Son los logros intermedios que están en el camino y que dan origen a los planes de acción. ¿Conoce a personas que –pese a alcanzar grandes logros– persisten en sentirse vacías? Eso es porque trabajan duro sin un propósito detonante; esos logros no habilitan nada que en verdad mueva la pasión de quien los alcanza.Los inicios de temporada son oportunidades para ordenar el pensamiento y reanimar el fuego interno por una aspiración superior. Esto equivale a trazar un mapa con rutas claras hacia un destino trascendental. Establecer prioridades, tener orden y apegarse a estrictas disciplinas explica que personas ordinarias logren resultados extraordinarios. fuente:ELPERUANO
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